Los profesionales del campo de la etología canina se basaron en teorías impulsadas por los biólogos que, mediante la observación del Canis Lupus (lobo), traspasaron al perro. ¿Cuántas de estas siguen teniendo validez?
El término científico de dominancia (dominante y subordinado) apareció en los años 70 de la mano del biólogo Dr. Mech durante el estudio de grupos grandes de lobos creados artificialmente (lobos no emparentados) para designar a los sujetos principales de la manada la jerarquía de dominancia, si alguna vez se ha estructurado de esta manera en la naturaleza.
Dr. Mech se corrigió ante la aceptación de dichos términos, creyendo que era mejor haber empleado, en lugar de macho o hembra alfa, macho o hembra reproductor/a, más acorde a los resultados obtenidos tras la observación y estudio de lobos en libertad.
Entonces, ¿no existen las relaciones entre ellos o algún tipo de estatus social?
Existe una estructura social en estos lobos, la cual se basa en grupos familiares cooperativos, donde los padres guían a los descendientes en su desarrollo social y en sus habilidades de caza. La estructura jerárquica que se dan en estos grupos son de relaciones entre padres e hijos, más que enfrentamientos competitivos, agresivos y tiranos.
Cuando se confunden términos.
Nunca se debe confundir dominancia con agresividad. Se ha podido documentar que, en poblaciones tanto de lobos como de primates, la agresividad no está absolutamente nada relacionada con el estatus social. Cualquier miembro del grupo, sin importar su estatus social dentro de este, puede defender de manera agresiva la posesión de un recurso valioso (conocido como agresividad competitiva), como puede ser la comida (podéis apreciar cómo se alimentan los lobos).
Se ha podido evidenciar también que los animales que ocupan las posiciones más altas en la jerarquía no son los más agresivos, sino los que reciben más comportamientos de sumisión o apaciguamiento por parte del resto de individuos que forman parte de la manada, como se puede apreciar en el vídeo.
La dominancia entre perros.
El comportamiento social en perros, al igual que los lobos, es muy flexible y varía en función de condiciones ecológicas. Existe una falta de estudios en poblaciones de perros de compañía teniendo en cuenta la raza, sexo y el estado reproductor.
De hecho, se ha observado tanto la existencia de relaciones de dominancia formal en grupos de perros asilvestrados (sin propietario) como la ausencia de asimetrías sociales en estudios de observación llevados a cabo en guarderías caninas.
¿Agresividad por dominancia o agresividad competitiva?
A pesar que los perros han sido seleccionados, entre otras características genéticas, por su docilidad, es posible que surjan conflictos que deriven en la manifestación de agresividad hacia los tutores humanos. Tradicionalmente, se ha justificado este tipo de agresiones basándose en la «teoría de la dominancia». Estos «ataques» responden de forma agresiva hacia sus tutores con el fin de defender su supuesto estatus social en la familia o la posesión de un recurso, como la comida o el lugar de descanso.
Sin embargo, este concepto no tienen cabida en la actualidad. Estudios recientes concluyen que la mayoría de problemas de agresividad hacia los tutores son consecuencia de un mal manejo (falta de consistencia, castigo mal aplicado, técnicas aversivas y punitivas,…).
Por ello, estos últimos años se ha puesto en el punto de mira la visión clásica y se expone que la mayoría de casos el problema de agresividad hacia la familia no se trata de una disputa jerárquica, sino que está relacionado con la protección de recursos o la defensa del perro frente a manipulaciones percibidas como amenazantes.
Además, la dificultad del animal para predecir lo que va a ocurrir, la frustración por tener falsas expectativas, el aprendizaje mal empleado y el miedo como base de educación, especialmente si hay castigos desmesurados, juegan un papel determinante en las respuestas, en su totalidad agresivas.
Un agravante de problemas conductuales, sobre todo respuestas agresivas hacia los tutores u otros miembros de la familia, es el destete precoz y la adopción de cachorros anterior a las 7 semanas de vida. También, el dolor crónico, así como alteraciones a nivel neuroquímico (bajos niveles de serotonina y altos niveles de cortisol), son factores que empeoran el comportamiento y las relaciones entre los miembros de una familia donde reside un can.
El mito de la dominancia en los perros.
A pesar de que se ha demostrado que no tiene cabida dicha teoría, a día de hoy seguimos leyendo y oyendo como un perro es dominante, perpetuando estas falsas ideas en la sociedad. Han calado tan a fondo esta percepción que incluso conductas como la demanda de atención o que el perro tire de la correa se interpretan como dominancia hacia el propietario.
Por culpa de esta creencia tan arraigada, como la de que si un perro bebe sangre o come carne cruda se vuelve agresivo e indomable, muchos profesionales y pseudo profesionales justifican el empleo de técnicas punitivas y aversivas en el adiestramiento.
Estas técnicas están basadas principalmente en el castigo o el uso desmesurado de la fuerza hacia el perro para demostrarle «quien manda, y quién es el jefe/líder». Entre ellas, el tumbar al animal y mantener al perro boca arriba (alfa-roll) o de lado (dominance down). Pero, se ha demostrado que el uso de estas técnicas, como es el cogerle por el pescuezo como hace su madre o darle «toquecitos», conllevan frecuentemente respuestas agresivas por parte del perro, incrementándose por tanto el riesgo de los humanos de ser mordidos.
BIBLIOGRAFÍA Y DOCUMENTACIÓN:
- Entrevista a Dr. Mech: https://www.youtube.com/watch?v=LAHyqI2VOB8
- Filmación de lobos alimentándose: https://www.facebook.com/massimo…/videos/397092328076105
- Filmación de lobas: https://www.facebook.com/yellowst…/videos/5782152621827234
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