Los perros se comen a veces el vómito propio. Algo que nos parece muy desagradable.
Los animales suelen comportarse fuera de los cánones que consideramos aceptados para lo que sería un humano, pero que son normales dentro de la especie a la que pertenecen.
En ocasiones los perros vomitan, y se lo llegan a comer. Repugnante. Sin embargo, nos falta el olfato para comprenderlo.
Los humanos llegamos a considerar al perro como un miembro más de nuestra familia. Debido a la domesticación, y al vínculo creado entre can humano, hemos llegado a humanizar a este animal. Creemos que los perros nos entienden, pero no es así. El perro es una especie distinta a la nuestra, por lo que reaccionaremos a los estímulos de diferentes maneras, dentro de los normal a lo que especie se refiere.
Todos aquellos comportamientos extraños y desagradables que no podemos explicar de nuestro perro es porque corresponde a su estado natural como animal salvaje, su instinto, su herencia genética, y por supuesto, a su especie.
Simplemente, los perros hacen cosas de perros, no porque nos quieran molestar. Un claro ejemplo es la capacidad de comerse su propio vómito, algo asqueroso para nuestros ojos.
Aprende a diferenciar el tipo de vómito.
Los perros tienen varios tipos de vómitos. Antes de nada debemos explicar que el perro puede vomitar o regurgitar.
Vomitar es la expulsión, violenta y espasmódica, de los contenidos del estómago. Es un proceso activo que va acompañado de cambios en el lenguaje corporal y en el comportamiento del animal. La postura encorvada y la rigidez muscular son algunos de los más frecuentes.
En cambio cuando regurgita no hay náuseas ni contracciones enérgicas de los músculos abdominales. Se trata de un proceso pasivo que generalmente ocurre inmediatamente después de comer.
Aunque ambos suelen contener alimentos, en el vómito están parcialmente digeridos y puedan ir acompañados de bilis, y la comida huele.
¿Por qué el perro se come a veces su vómito?
El perro se comerá el vómito según como huele, es decir, el can tiene el olfato tan desarrollado que percibe como alimento la regurgitación. Aunque para nosotros sea algo asqueroso, para los perros es simplemente comida. Las madres regurgitan la comida para los cachorros empiecen de mamar a comer semisólido.
No nos extrañemos cuando un animal come alimentos a medio digerir. Los pájaros lo hacen con sus crías, y los perros no son menos: la madre regurgita la comida cuando sus cachorros se destetan, para ayudar en la transición de la leche a los alimentos sólidos. Pero en la actualidad, debido a la domesticación del perro, es el ser humano el encargado de alimentar a los canes, también cuando son cachorros si son abandonados. Aun la domesticación, los perros por genética seguirán regurgitando.
¿Por qué no se come algunos vómitos?
El perro siempre después de vomitar se acercará a olerlo, que es su manera de recopilar información. Será entonces cuando se lo comerá, o no, según la información recibida por su nariz.
Hay factores que determinarán si lo ingiere o no: el estado en el que se encuentren los restos de comida, la presencia o no de bilis, el hambre que tenga y, por supuesto, su estado general de salud del mismo perro.
Como tutor del perro no sabemos si cuando empiezan esas nauseas, lo acabará engullendo porque le parece sabroso. Pero, si quieres realmente que tu perro no se lo zampe sólo podrás impedirlo si limpias el vómito inmediatamente después que lo haya sacado de su interior.
Nunca, en ningún caso, en toda nuestra y su vida deberemos reñirle ni castigarlo. Porque si lo haces estarás provocando o generando en tu perro una conducta indeseada negativa, además que aprenderá a vomitar sin que tú estés delante.
Razones principales de por qué vomita.
Normalmente, el perro vomita por varias razones. La primera es porque el perro ha comido demasiado rápido o en un estado estresante, bajo mucho estrés.
La segunda es porque se ha ingerido hierbas para previamente vomitar con la intención clara de expulsar un cuerpo extraño en su sistema digestivo y tracto intestinal. Mayoritariamente, este tipo de vómito tiene una deposición de color amarillenta acompañada de los restos de hierbas engullidos.
Finalmente, tienen náuseas porque están enfermos. Por ello, siempre debemos observar con atención. Hemos de prestar atención a su nivel de energía habitual y si actúa normal, dentro de sus parámetros. Si todo es normal y no tiene vómitos frecuentes no nos preocupamos.
Sin embargo, cuando esté irritable, desganado o decaído deberemos acudir inmediatamente a un veterinario. Lo más común es que se trate de una gastroenteritis o de una sensibilidad alimentaria. Con el tratamiento adecuado y un par de días estará como nuevo, pero es fundamental que lo evalúe un especialista veterinario.
Es especialmente importante en los cachorros, ya que tal y como ocurre con los niños, lo vómitos pueden causar deshidratación en muy poco tiempo, además de poder padecer Parvovirus Canino.