Saber reconocer cuando le da un golpe de calor a tu perro puede salvarle la vida.
Una buena idea es darle unos cubitos de hielo para que los pueda lamer y disminuir con ello unos pocos grados la temperatura.
El temido golpe de calor.
El llamado “golpe de calor” es una subida abrupta de la temperatura interna del cuerpo de la animal, pudiendo ser mortal. El perro es mucho más sensible al calor que los humanos, y un día caluroso puede ser muy peligroso para su vida. Los signos más notorios son jadeo constante del perro, labios que se pegan a sus encías y el enrojecimiento de los oídos.
El verano que comienza se ha caracterizado por registrar temperaturas sobre los 30 grados. Las personas pueden recurrir a las piscinas u otras alternativas para sobrellevar las altas temperaturas, pero en el caso de las mascotas no corren con esta misma suerte. No olvides que tanto el asfalto como la arena de la playa puede provocar quemaduras en tu perro. Los animales se diferencian de las personas en cuanto a la forma de perder calor.
Por dónde suda el perro.
Las personas sudamos por todo el cuerpo, en cambio, los perros pierden calor por sudoración a través de las almohadillas de sus patas, y el gato lame su pelaje para mantener estable su temperatura corporal. La sudoración nos permite eliminar agua, y con su evaporación perdemos calor corporal, mientras que los perros utilizan la respiración para perder calor, lo cual los lleva a jadear continuamente.
Este sistema termorregulador no es tan eficaz como la sudoración, y por ello, los perros tienen menos facilidad para perder calor.
En el golpe de calor, la temperatura corporal sube hasta producir un fallo en el centro de la termorregulación en el cerebro y a partir de aquí se hace imposible controlar la temperatura, la cual seguirá subiendo, entrando rápidamente en shock, coma e incluso muerte.
“Si su perro es adulto, de pelaje largo o negro, si tiene sobrepeso o bien tiene algún tipo de afección cardíaca, preocúpese, ya que su perrito pertenece al grupo de riesgo”, aunque cualquier perro es susceptible de sufrir un golpe térmico o de calor, si se dan las condiciones ambientales y no tomamos los resguardos pertinentes, advierte la doctora María José Vélez.
Cómo detectar la insolación o golpe de calor en perros.
Uno de los síntomas más notorios es el jadeo constante del perro y desprenderá calor al tocarlo. Es habitual que sus labios se peguen a sus encías y que los oídos internos se enrojecen. ”En casos más graves el perro no es capaz de mantenerse en pie, apenas responde y llega a un estado comatoso. Ante esta situación es de vital importancia acudir a un Médico Veterinario”, señala la dra. Vélez.
Los perros que sufren insolación o golpes de calor están ardiendo por dentro, así que es primordial bajar su temperatura corporal interna de algún modo. Una buena idea es darle unos cubitos de hielo para que pueda lamerlos y disminuir con ello unos pocos grados la temperatura, y de paso restituir algo de los líquidos básicos. Hay que tener en cuenta que la temperatura podría no disminuir lo suficiente, pero de igual modo aumentará las posibilidades de recuperación.
Si le ha dado un golpe de calor.
Como trabajo paliativo, el guía de la mascota puede refrescar al perro de manera externa a través del uso de agua fresca (no fría, puesto que le podría provocar convulsiones). Se recomienda utilizar una manguera o un balde para remojarlo completamente. Con esto conseguirá bajarle la temperatura eficazmente.
Si el perro es de tamaño pequeño, podría bañarlo en la tina del baño o en un fregadero hasta que le baje completamente la temperatura. Si además de esto tuviera un ventilador, se puede dirigir hacia el animal ya que acelerará el proceso de recuperación.
Consejos para prevenir la insolación en perros.
Siempre es mejor prevenir que curar, ya te dimos unos consejos sobre cómo pasear a tu perro en verano. Ahora te daremos una pequeña lista de las cosas que puedes hacer para prevenir:
- Procura que tu perro beba mucha agua.
- Evita que haga demasiado ejercicio a las horas de mayor calor (entre las 12:00 y 17:00 horas), y en lo posible intenta que corra y juegue en zonas con mucha sombra.
- Mantener bajo vigilancia la actividad en el exterior.
- Si sale a pasear con su perro, lleve consigo una botella con agua para poder darle de beber aproximadamente cada 20 minutos.
- En verano la casa de su perrito también podría convertirse en un horno si llega a quedar expuesta al sol así es que déjela a la sombra y siempre tenga agua limpia y fresca disponible.
- Si sales de compras en coche y llevas al perro, jamás lo dejes dentro del mismo. En su interior es un verdadero horno, y aunque baje un poco las ventanas podría llegar a alcanzar fácilmente una temperatura superior a 40 grados en su interior.