Cómo evitar que mi cachorro muerda todo

Acabas de ampliar tu familia con un cachorro, pero no sabes cómo evitar que muerda todo a su paso. Te damos unos consejos.

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Por qué muerden los cachorros. Consejos para prevenir mordidas.

Los cachorros muerden todo, se trata una conducta normal. Pero eso no impide que debas educarlo, ponerle unos límites y corregir las conductas indeseadas o negativas que perturban el bienestar de la casa. Deberás armarte de paciencia, ya que has escogido un cachorro en vez de un perro ya adulto, para acompañar a tu cachorro en su crecimiento. Ya verás que te reconfortará todo este tiempo al ver los resultados de tener un perro sano y equilibrado.

¿Por qué muerde todo mi cachorro?

Muchos de mis clientes que son primerizos me preguntan por qué su perro arrasa con todo lo de su casa: zapatos, calcetines, patas de silla, la mesa, flores, …; Demasiados piensan que el perro a temprana edad nace sabiendo que esos objetos están prohibidos. Pero muy lejos de la realidad. Existen tres motivos.

Los cachorros muerden todo porque es su manera de descubrir el mundo. Como un bebé humano cuando conoce por primera vez la playa: es inevitable que se lleve la mano a la boca llena de arena. Los perros, en cambio, descubren y reconocen su entorno a través de su boca y nariz.

El segundo es que el cachorro tiene sus dientes de leche. El cambio de los dientes de leche a los definitivos es molesto y doloroso. Mediante la acción de morder objetos puede aliviar las molestias producidas por el crecimiento de sus dientes.

También les ayuda a liberar estrés a través del mordisqueo, y segregan oxitocina para autocalmarse. Siempre recomiendo ofrecer masticables, además de juguetes y mordedores. 

Así pues, es un comportamiento normal e innato que los perros muerdan todo lo que encuentren. Es un proceso de aprendizaje necesario en el cachorro. Sin embargo, debemos poner límites en sus primeros meses de vida, porque si lo sigue haciendo en su edad adulta conllevará un problema de conducta, que muchas veces está acompañado y combinado con otras patologías y problemas de salud. Si es el último caso, deberías contactar con un profesional de tu zona o etólogo para que te ayuda a solventar este problema.

No permitas que lo destroce todo.

Como he señalado antes, los cachorros descubren el mundo con la ayuda de su boca y, a su vez, alivian las molestias del crecimiento de los dientes. No obstante, no debes permitir que muerda el perro cualquier cosa.

Lo ideal es proporcionarle juguetes. De esta manera, evitarás que muerda tus pertenencias. Es normal que empiece a morderte a ti: tu pantalón o tus manos. Si lo hace, no dudes, pon limites y no permitas que te infrinja daño.

Si lo dejas solo para ir a tu jornada laboral, te recomiendo que lo encierres en una habitación o en un parque para cachorros. Porque si se queda solo en toda la casa, podría acabar con ella al tener acceso ilimitado a todos los muebles y objetos.

Establecer los límites.

En una correcta convivencia, sobre todo si se trata de una familia multiespecie, es establecer límites a lo largo de su crecimiento, como enseñarle a quedarse solo sin que llore. El cachorro deberá aprender a que la conducta de morder no es tolerable todo el tiempo y aprender a controlar la fuerza de mordida.

  • Jugar, pero sin sobreestimularlo. Puedes jugar con él, siempre y cuando evites que se descontrole y empiece a morder sin ton ni son. Aunque no veas un peligro cuando es cachorro, puede convertirse cuando sea adulto.
  • Proporcionarle a su alcance juguetes para perros.  Deja que juegue con ellos e interactúa con él para crear un vinculo. Siempre será más adecuado que muerda los juguetes que no a ti.
  • Cuando te muerda con fuerza, simula un lloriqueo y quéjate. No significa que le corrijas con un fuerte NO. Deberás gritar un AYYYYYY para que el perro entienda que te hizo daño. Asimismo, finaliza el juego levantándote y alejándote de él. Verá que la diversión ha acabado. Se trata de una forma de castigo efectivo y no dañino para tu perro.
  • Premia las conductas positivas que quieres que perduren, y no refuerces las negativas para poder extinguirlas. Puedes premiar ofreciendo chuches para perros.
  • Saca los objetos de su alcance. Si no quieres que destroce tus zapatos, no los dejes en el suelo. Ponlos dentro de un armario durante esta época. No dejes objetos importantes ni personales a su alcance.

Cuidado con los juguetes que das.

Existe en el mercado un sinfín de juguetes para perros. Algunos son resistentes, otros no lo son y en unos cinco minutos acabarán en la basura. Los juguetes fueron creados para eso: para ser destrozados sin que haya ningún tipo de repercusión. El cachorro no es un bebé humano, al humano debemos enseñarle el valor y esfuerzo de conseguir las cosas, al perro no.

Los juguetes para perro serán exclusivamente para el perro. Si hay niños en casa, no podemos permitir que juegue con ellos, deberemos retirarle el juguete del niño y reemplazarlo por uno de los suyos.

No caigamos en la tentación de darle nada. Nada si lloriquea o gime. Aunque ponga ojitos de cordero degollado. No le daremos ningún objeto que ceamos valioso para nosotros. 

Uno de los grandes errores que se lleva a cabo con un cachorro es ofrecer zapatillas o calcetines viejos como juguetes. El cachorro asociará esos objetos como juguetes, y no podrá hacer la distinción de un zapato viejo a un zapato nuevo: el solo ve un juguete. Cuando sea adulto seguirá mordisqueando calcetines y zapatos porque de cachorro eran parte de su repertorio de juguetes. Los canes no tienen la capacidad de diferenciar entre un objeto nuevo y otro viejo. Lo mejor será desde pequeño no darle ningún tipo de objeto de la casa que pueda asociarlo a un juguete.  

Será más complicado corregir un perro adulto por un comportamiento indeseado cuando sea ha permitido de pequeño. Por ello, se ha de establecer unos límites y pautas desde la llegada a casa del cachorro.

El gran error de jugar con las manos.

Nunca y bajo ningún concepto jugarás con tu cachorro con las manos. Es uno de los errores más frecuentes que me encuentro en sesiones con clientes. Siempre me aluden a que no les hace daño, pero eso no tiene nada que ver, porque el perro aprendió a controlar la fuerza de la mordida. Si permitimos que nos muerda, enviamos un mensaje contradictorio.

De las manos solo puede venir los juegues con los que a través de ellos estableceremos juegos sanos, las ordenes y señales y la comida. El problema de jugar con las manos es que, igual que con los calcetines viejos, no sabrá diferenciar el momento de calma al de juego. También, si estás por la calle se puede lanzar a morder las manos, en plan juego, de un desconocido.

El problema de las manos es que para el cachorro es algo divertido porque se mueven. El movimiento despierta un fuerte interés en el perro: activa su instinto predatorio.

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