La mayoría de las personas no sabe actuar frente a una pelea de perros, y más si se trata del suyo.
Cuando se desata el infierno en el parque.
La tensión en el ambiente se apodera rápidamente de la situación, por lo que empezamos a gritar, patear o dar tirones de la correa.
Existen decenas de situaciones en donde podría verse tu perro o tus perros envueltos en una pelea, tanto si es entre perros desconocidos o de la misma manada.
Debemos analizar la situación y preguntarnos: ¿la pelea pone en riesgo a alguno de los perros? Si es que no, al mostrar señales uno de los perros de sumisión, lo mejor es dejar que lo resuelvan entre ellos, pero supervisando que el problema no escale a otro nivel. Si el juego sube de intensidad podrían llegar a ofuscarse y enfrentarse, mejor relajar el grado de excitación dando por zanjado el juego.
Pero si realmente los perros van a atacarse, no te preocupes. Vamos a tratar de darte los mejores consejos y trucos para afrontar una pelea de perros y que no salgan muy mal parados.
El humano es el ser racional.
Nuestra especie permite el pensar, establecer relaciones y avanzarse a situaciones tensas. Ante todo, quiero señalar que todo propietario de mascota, y más si son perros de presa, debería enseñar la orden de soltar. Esto nos ahorrará muchos sustos y será mucho más fácil de separarlos cuando sea el nuestro el perro agresor. Dicho esto, si estamos lidiando con una pelea de perros deberemos echar mano de nuestra capacidad racional de observación, porque cada situación de conflicto es distinta.
Leeremos el lenguaje corporal de ambos canes para poder señalar cuál es el perro agresor y cuál es el que se defiende. Es muy importante poder reconocerlos porque dependerá el bienestar del perro que solo se está defendiendo de la agresión, y otorgarle ventaja al perro agresor.
Calma y seguro.
Lo primero que debemos hacer es respirar profundo, mantener la calma y el control de la situación. No empieces a llamar a tu perro a la desesperada, porque además de aumentar la tensión en el ambiente, tu perro puede relacionar su nombre con esa mala situación, por lo que podíamos reforzar un mala conducta. Así que nada de llamarlo por su nombre. Es más fácil decirlo que hacerlo, y más cuando se trata de tu mascota la que está en medio del problema. Pero la tensión natural de la pelea puede ser agravada con nuestros gritos, patadas y, en pocas palabras, nuestra tensión.
Por eso, es de vital importancia que mantengas la calma pero que estés seguro de ti mismo. Es mejor que no les hables alto, actuar en silencio con movimientos firmes, pero nunca con dureza ni tensión. Hemos dicho firmes no agresivos por miedo.
Tampoco los patees o golpees, porque sólo conseguirás incitar a que se peleen más y por más tiempo. Cuando gritas alientas a los perros a seguir disputando.
Mantén una soberana calma para lidiar con esta situación, luego podrás liberar la tensión cuando haya acabado. Pero, en la pelea, debes armarte de tranquilidad y valor para separar de la forma más rápida y efectiva.
Levantar las patas de atrás.
Seguro que lo habréis oído, leído, tu mejor amigo del parque te lo aconseja porque lo probó, etc. Pero personalmente no recomendaría este método, y más cuando son perros de presa. Nunca, en todas las peleas que me he visto envuelta, ha sido un método eficaz el levantar las patas de atrás de ambos perros. También hay que detallar, que en las peleas que me he visto implicada eran perros molosos o de presa (Bull Terrier, Pit Bull, Rottweiler, Staffy,…).
Sin embargo, hace poco hubo un encontronazo en mi zona con dos perros vecinos (Jack Russel con un Golden) y este sistema funcionó perfectamente. Hay ciertas razas y perros que pierden su equilibrio porque pierden al desvanecerse su punto de apoyo más fuerte, por lo que se sienten inseguros y abrirán la boca, soltando al otro can.
Este sistema requiere de dos personas, si hay la oportunidad, y se ha de actuar al unísono. En este caso hablarás con el otro propietario y acordaréis levantar las patas traseras de ambos perros. Es importante hacer lo a la vez, porque si uno actúa antes dará más ventaja a uno de los perros. Contar hasta tres y levantar los dos las patas de los perros. Cuando abran la boca y se separen, dar marcha atrás todavía cogiendo a vuestros perros por las patas. Nunca os separéis mucho y no os vayáis del lugar de los hechos. Sino que los calméis estando ahí mismo, para cuando os marchéis sea estando tranquilos. Porque no queremos que esta experiencia termine de forma negativa y acabe llevando a una mala asociación para los perros, arriesgando a los perros a volverse unos antisociales.
Si, por cosas de la vida, tú estás solo deberás de recurrir a tu capacidad de reconocimiento para señalar cuál de los dos perros es el agresor. Cuando lo tengas localizado, levanta sus patas traseras y, cuando suelte, lo retiras hacia atrás. Normalmente el perro que se está defendiendo dejará de actuar y podrás controlarlo con la voz ordenando le que se marche.
Agua bendita.
El agua como método de separación es muy efectivo y, por mi parte, el más utilizado cuando hay peleas en tu casa o jardín. Esto dependerá de dónde estés y el acceso que tengas a la misma.
Cuando los perros estén peleando, abre la manguera a máxima presión con el chorro más fino que tengas y lanzarse lo hacia la cara de los perros, haciendo hincapié al agresor. Si no funciona, mete la manguera en la boca del perro agresor para que suelte. No te preocupes que no se ahogará, antes soltará que morir en la pelea. Si tampoco funciona, porque no sabes ponerla bien en su boca, dirige el chorro a sus orejas. Es una zona muy sensible, por lo que obligarás al perro a sacudir la cabeza. Tampoco te preocupes, que no sufrirá daño alguno el perro, como máximo deberás tratarlo de una leve otitis, pero mejor este tratamiento que no heridas mayores que requieran de quirófano. Cuando se hayan separado, es muy importante y hay que estar atento de coger al perro agresor por el collar para evitar que continúe con su ataque.
Si por el contrario no tienes ninguna manguera te servirá un cubo de agua lleno. Lo ideal es que fueran en este caso 3 personas. Dos que sujeten a los perros de su cuello, pero más tocando al lomo para evitar posibles mordiscos, para inmovilizarlos, y uno que lance el cubo de agua en la cara de los dos perros. Si sois dos personas, una deberá coger al perro agresor y otro lanzar el cubo de agua. Si por el contrario, te encuentras tu solo, procura acertar al lanzar el cubo, para no malgastar la cantidad. Porque si lanzas un simple litro de agua desde una botella sólo conseguirás enfadar más a los perros, y acrecentar el conflicto.
Interponer un objeto.
Si no tenemos agua podemos hacer uso de lo que tengamos a nuestro alrededor para ayudarnos a separarlos. Si hay algún tipo de objeto grande, como una tabla de madera, un cubo de basura o una silla, ponla en medio de los dos perros y ves subiendo hasta sus cabezas. No de arriba a abajo, sino lo contrario. Para que haya menos espacio entre sus bocas y se obliguen a soltar. Cuando se hayan separado deberás coger rápidamente al perro agresor para que no vuelva a enganchar.
Ruido estremecedor.
Aquí no se trata de hacer ruido gritando, algo que ya hemos señalado que es muy desacertado en una pelea porque genera más tensión. Cuando la pelea no es my intensa podemos recorrer al método del ruido para distraerlos y así distanciarlos. Como hemos marcado, no se trata de gritar, sino que se trata de hacer un ruido extremadamente fuerte para que provoque una distracción. En el mercado existen sprays de aire comprimido, o lo que conocemos como bocinas, que pueden ayudarte y son de fácil transporte. Si no dispones de la bocina puedes recurrir a lo que tengas a mano como chocar dos tuberías de hierro, dos sillas de metal o dos ollas entre ellas.
Citronela a chorro.
También podemos conseguir un spray de citronela y llevarlo en el bolso. Puede ser un poco más común llevarlo porque además es un estupendo repelente para mosquitos, por el contrario que llevar una bocina. La citronela no es tóxica para los perros pero sí muy molesta. En la pelea, reconoce al animal agresor y echa la citronela en el morro, ya verás que soltará enseguida para ponerse a estornudar. Luego debes, como siempre, se rápido para separarlos. No te preocupes, igual como en el agua, preferimos que se pase 10 minutos estornudando que tener que pasar por cirugía.
Hacer palanca.
Es el método más utilizado entre criadores de perros de presa, es efectivo pero hay que saber utilizarlo. Como el mismo nombre indica se trata de hacer palanca en la boca del perro. Metes un palo en la boca del perro por detrás de los molares, e, poco a poco, ir haciendo palanca hacia un lado. Los profesionales del sector utilizan lo que se llama breack stick o palo de descanso. Sin embargo, como se menciona al principio, lo mejor con este tipo de perros en enseñarle lo antes posible la orden de solar. Porque podrás ahorrarte el disgusto si tienes un perro educado. Si tu perro se ha defendido, y tiene enganchado al otro, podrás separarlos más fácilmente. Si hay posibilidad que el otro propietario coja su perro, para evitar el efecto rebote (por haber iniciado la disputa y acabar siendo le que recibe de los dos), y tu podrás también amarrar al tuyo y, tranquilamente, darle la orden de soltar y separarlos con calma.
Pero si no tenemos un perro enseñado ni un breack stick, nosotros podemos recurrir, si tenemos a mano, a un palo duro o una tubería. Lo mejor sería que preguntaras a un profesional por esta técnica, para practicar y asegurar te de no lastimar al animal. Sin embargo, la técnica es fácil. Hay que saber dónde poner bien el palo y hacer presión a un lado para que suelte, el perro con el palo se verá obligado a abrir la boca.
Cuando lo hagamos hemos de mantener la calma, no está de más recordarlo otra vez. Cuando se hayan soltado, hay casos en que debemos estar atentos a que el perro no se gire hacia nosotros. Hay situaciones en que es recomendable dejar el palo dentro de la boca del perro para que descargue toda su tensión por la sobreexcitación de la pelea, mientras a su vez lo separemos del ambiente con la correa, y estando atentos a que el otro perro desista en defenderse, porque el ataque ha acabado.
Cuando es más de un perro involucrado en la pelea.
Me he encontrado en situaciones en que no eran sólo dos perros los que se peleaban, sino que por el jolgorio y tensión de la situación se sumaron otros perros al conflicto. La situación es más complicada, pero siempre debes reconocer y dirigirte al perro principal agresor o al más potente. Cuando lo tengas dominado podrás dar órdenes al resto, más sumisos y a la defensiva, para que desisten en el ataque, y darlo por terminado.
En todas las agresiones deberéis de permanecer ambos perros en el mismo sitio para que no genere una mala relación y pueda conllevar a una conducta negativa agresiva. Soltar la tensión cuando la situación esté controlada, pega un grito, llora o de injurias para relajarte. Revisa las heridas con el otro propietario del perro y evaluar si las lesiones son de gravedad o no y acudir al veterinario más cercano si es necesario.
Es importante no castigar a ninguno de los dos perros, porque después de tranquilizarse lo único que debemos hacer es reforzar ese estado mental para que se mantenga y no vuelvan a pelear.
Esperamos que estos diversos métodos de separación te ayuden en un futuro si te encuentras en una pelea donde tu perro esté involucrado.