Mike Morabito, educador canino y experto en molosos y terriers de tipo bull, analiza la historia de la raza Bandog.
El desarrollo de estas razas está sujeto a las variables de la historia, donde los vencedores la describen.
Se escribe mucho sobre los perros, tanto de su historia como su desarrollo. Una aún más grande y más mítica que la otra. Pero, se ha de ser consciente que la historia antigua no es una ciencia exacta. Las perspectivas históricas están parcialmente formadas por diferentes evidencias indirectas, como el arte gracias a las antiguas obras y objetos desenterrados.
Un antiguo legado gracias al arte.
Los antiguos escritos deben leerse siempre con cierto escepticismo porque sus historias no son precisas. Las memorias comprendidas entre las líneas de los papeles son las versiones alterables del escritor que empuña la pluma en ese momento. De hecho, se rumorea que algunos orígenes de razas se basan en textos antiguos malinterpretados. Incluso a veces deliberadamente, con el objetivo de hacerlo más interesante. Un ejemplo, la generalmente aceptada y ampliamente conocida y el origen de nuestras modernas razas de molosos, que pueden llamarse al menos cuestionables.
Las pinturas antiguas son confiables, en la medida en que son una imagen real de ese tiempo en particular y no pueden cambiarse durante la historia. Sin embargo, se trata de la interpretación de la realidad de los artistas.
El análisis genético aporta nuevos datos, pero no los contextualiza.
La totalidad de las teorías históricas pueden cambiar de la noche a la mañana por nuevos descubrimientos. Actualmente, existen nuevas ideas gracias al análisis genético que son contrarias a la formación convencional de la historia, las cuales se consideraban concluyentes. Pero la genética no nos cuenta relatos si no sobre los orígenes, la difusión y el desarrollo.
El perro se ha considerado como el mejor amigo del hombre durante miles de años. Fueron las primeras especies domesticadas por el ser humano. Durante gran parte de ese tiempo, las personas criaron y entrenaron selectivamente a sus estos compañeros para crear una amplia diversidad de razas de perros que conocemos hoy en día.
El bandog no está reconocida como raza.
Una de estas razas antiguas es el bandog. Aunque no está reconocido como una raza de perro estandarizada por ninguna de las distintas federaciones caninas, como el Kennel Club UK, la FCI o el American Kennel Club, entre otros.
Los bandogs son fácilmente reconocibles por su tamaño y fuerza. Se utilizan, principalmente, como perros guardianes. Pero, ¿qué es un bandog? Generalmente, un bandog se define como un cruce entre un mastín y un bull terrier americano, o pit bull. Sin embargo, el nombre bandog se usa a menudo como un descriptor genérico en lugar de una raza estandarizada, existe una gran variación entre bandogs.
En general, estos perros guardianes son grandes, atléticos y fuertes. Heredan excelentes instintos de vigilancia de sus ancestros mastines, así como la energía y el espíritu de sus ancestros pit bull. Principalmente, la mayoría de los bandogs son criados para trabajar como perros guardianes.
El bandog es de origen inglés y como perro guardián.
El bandog es originario de Gran Bretaña. Al principio, el nombre «bandog» (o «bandogge») se refería al trabajo del perro cuando caza, pelea y protege a su amo y al hogar, en lugar de a su raza. Debido a esto, los bandogs originales fueron criados a partir de una variedad de diferentes tipos de perros guardianes grandes y fuertes. Los primeros bandogs fueron creados a partir de pastores, mastines y sabuesos.
Bandog (también conocido como Bandogge) es un término general para los perros de raza pura de cualquier cepa molosser en funcionamiento desarrollada para el trabajo de protección.
Se cree que el término Bandog se originó en la Edad Media en Inglaterra. Johannes Caius publicó un libro en latín en 1570, traducido al inglés en 1576 por Abraham Fleming bajo el título Of English Dogs, en el que describió al Bandog como un perro vasto, terco y ansioso de cuerpo pesado.
Los bandogs originales se criaron con un propósito funcional, al igual que todas las razas de trabajo. Para el Bandog este propósito giraba en torno a la protección y la protección. Los antiguos bandogs eran perros estrictamente trabajadores, a menudo de varios cruces y diferentes tamaños.
El nombre bandog no era una raza en aquel entonces, sino una descripción de un deber o un propósito. Por lo general, estos perros eran cazadores de cabellos gruesos, luchadores y protectores de la propiedad sin ningún tipo estrictamente establecido. Estaban desarrollados a partir de pastores orientales y mastines cruzados con Bullenbeissers y perros de caza occidentales, con algunas líneas de sangre locales que finalmente se establecieron como tipos específicos en algunas regiones, como Gran Bretaña, España, Alemania, Polonia y otros lugares de Europa. Las encarnaciones tempranas del bandog probablemente tenían líneas de sangre de los perros que cazan toros y los Mastines Guardianes o la cruz de ambos como los perros de guerra usados en las Cruzadas.
William Harrison, en su descripción de Inglaterra durante 1586, describe el tipo como: «Mastín, perro de amarre o perro de banda, llamado así porque muchos de ellos están atados con cadenas y fuertes lazos durante el día, por hacer daño». en el extranjero, que es un perro enorme, terco, más feo, ansioso, enterrado en su cuerpo, terrible y temeroso de contemplar y, a menudo, más feroz y caído que cualquier otro archadiano o corso corso». En 1576, el Dr. Caius afirma que, entre otras características, el «Mastín o Bandogge es útil contra el zorro y el tejón, para expulsar cerdos salvajes y domesticados de las praderas y los pastos, para morder y tomar al toro por las orejas, cuando la ocasión lo requiera».
Autor: Mike Morabito, educador canino y experto en molosos y terriers de tipo bull.
Edición Jara Loureiro.
