En ocasiones nuestros michis hacen pipí fuera de su arenero, pero no es por venganza.
Cuando tu gata o gato se orina fuera de su bandeja no ni mucho menos por venganza. Hay varias razones fisiológicas y lógicas para que lo hagan, pero no nos damos cuenta de ello.
Arenero inadecuado.
Normalmente, y la más común que tu pequeño lo haga encima de tus zapatos favoritos, o en mi muda interior en mi caso, es por tener un arenero inadecuado para nuestro gato.
¿Qué quiero decir? Fácil, que a tu gato no le gusta hacerlo en lo que le has comprado. Fíjate si es cerrado, lo recomendable es que sea abierto para que tu gato pueda dar vueltas sin tener que darse cabezazos. Imagina te hacer pipí tranquilamente en tu baño de 1 metro 10 de altura.
También has de ver el tamaño de los bordes o el diámetro que hace, es decir, el tamaño sí importa. Para gatos senior la entrada es muy importante, al sufrir dolor en sus articulaciones les es más difícil saltar, por lo que deberá tener una gran entrada sin bordes o de no más de 2 centímetros.
Por último, puede ser que hayas tardado algunos días en limpiarlo y por eso tu animal no defeca u orina. Si tu no entras en el lavabo de un bar inmundo, no le pidas a tu gato lo mismo. Te aconsejo una alfombra para que te sea más fácil de limpiar las bolitas que se le pegan y suelta al salir de su lavabo. Recuerda en limpiar correctamente la orina.
No menos importante es la cantidad y la ubicación de esos areneros. ¿Al lado de la comida? Por favor, no. Lo ideal sería tener una bandeja más que por gatos hay en la casa. Es decir, si tengo cinco gatos, lo ideal sería tener seis bandejas. Si tengo un gato entonces pondré dos bandejas repartidas en diferentes estancias de la casa, y nunca estarán en zonas de paso.
El sustrato ideal.
Otro problema podría ser que a tu gato no le gusta la arena que utilizas. Los veterinarios y etólogos recomendamos una arena no perfumada y aglomerada.
Sin embargo, he tenido casos en que le animal no se adaptaba a ningún sustrato que se pueda comprar. No sólo has de quedarte con lo industrial también prueba lo natural, como piedrecitas, arena de playa o tierra abonada.
Por problemas de salud.
Cuando hemos descartado que el problema es el arenero y su sustrato, solo nos queda una respuesta clínica. Es decir, que tu gato necesita una visita veterinaria para que le diagnostiquen.
Puede tratarse desde una cirrosis o cistitis, que es muy dolorosa para los felinos, hasta de problemas articulares, renales o neurológicos.
Siempre, en este caso, deberás ir a tu veterinario de confianza a que le haga una exploración para que te dé un diagnostico, y así te recomiende el mejor tratamiento para tu gato.
Si en la vivienda vive más de un gato.
Si tu caso es que hay más de un gato en la casa viviendo, seguramente habrá alguno que no micciona adecuadamente debido al estrés y el constante acoso del otro gato. Esto sucede cuando no se ha hecho una presentación adecuada de los gato y se ha introducido incorrectamente. Procura contactar con un etólogo felino que te ayude en este aspecto.
Mientras tanto, deberás garantizar una zona segura para la víctima felina gracias a la gateras que se abren automáticamente porque van vinculadas al microchip de un gato con concreto. También puedes colocarle un cascabel al gato acosador para crear previsibilidad y anticipación a la víctima de los ataques, gracias al ruido del cascabel.